Quiero estar con mi mamá, y quiero estar sola con Armando y Alejandra. Quiero vivir en Caracas, y quiero vivir en Pamplona. Quiero trabajar en la UMA y quiero hacer la tesis en la Unav. Quiero comprar en el Sambil, y quiero caminar por el lago de Barañáin. Quiero el tráfico de Los Ruices, el estrés del mercado, la cola para la leche, el sueño inmanejable del final de la jornada, el dolor de espalda de tanto correr de un sitio a otro, las noches de pizza y comida china en casa de Alda. Y quiero también pasar incontables horas con Armando y Alejandra en casa, como si nadie nos esperara nunca; quiero que vayamos a hacer la compra juntos; quiero que Armando grite "Mommy is here" cada vez que llego de la uni; quiero que desayunemos, almorcemos y cenemos juntos todos los días; quiero ir a Misa sin atender a la guardia de Armando; quiero a mis amigos del sur y quiero, con todo mi corazón, nuestra vida en Pamplona. Quiero y quiero, no paro de querer... lo quiero todo.
1 comentario:
Y todo, claro, no se puede.
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