viernes, 11 de abril de 2008

A propósito de los agradecimientos


Recuerdo los agradecimientos de mi tesis de licenciada, y luego, de mi tarjeta de graduación, y de cuanta cosa he hecho en esta vida... todos han sido profunda y absolutamente cursis. Es que me emociono mucho cuando me toca recapitular cuánto me ha ayudado la gente, y así caigo en el viscoso fango de la cursilería.
Me propuse con mucho compromiso no agradecer más de lo necesario en el Trabajo de Investigación. Así lo hice. La Uni, la FC, el director y Armando. Un parrafito distante y sereno, y cumplidos los compromisos.
Armando, de pronto, me hace una pregunta:
-¿y Alejandra?
-¿Qué de Alejandra? -le respondo.
-¿No le vas a agradecer?
-Distantes y serenos -pongo cara de mujer madura.
-Pero a ella le debes un montón. Ha sido paciente, te ha dejado hacerlo. No te ha reclamado más de lo absolutamente necesario...
Me mantuve firme. No incluí nada más.
Pero Armando tenía razón. Le debo un montón. No sólo lo del trabajo, le debo que haya ocupado mis pensamientos, y que ahora este blog no sea sobre mí, sino sobre ella.

3 comentarios:

Mae Ortiz dijo...

Y si. Ale te dejó darle otro hermanito, menos mono y más de papel. Agradezcale, señora.

Ale's mom dijo...

jajaja. Este hermanito, al menos, duerme bien.

Anónimo dijo...

Já, parece una foto de los tres hermanitos. El mayor, a veces un poco adolescente. Alehandra, tranquila y sonriente. Y el menor de todos, recién salido del vientre de las tintas de su madre escritora.