Ayer recibí una llamada que me confirma que la amistad no se pone rancia con el tiempo. Además de la noticia de que Patricia está embarazada. Un par de razones más para celebrar. Esta Navidad llegó plena: hallacas, gaitas, Misa, aguinaldos, regalos, un hogar querido... Es una de esas en las que es muy fácil pasar por alto lo verdaderamente importante.
Pero hoy Armando me lo recordó. Frente al tambor que el Niño Jesús le trajo a Alejandra, se lo dijo a ella: "Beauty, ya antes éramos el matrimonio más feliz; ahora contigo somos el más feliz, feliz, feliz..."*
A ver si el año que viene, o el siguiente, nos trae otra cuotita de felicidad.
Santas Navidades
*(Ya saben que traduzco, porque Armando sigue con su ejercicio pedagógico del inglés)