Ir a la Misa dominical con Alejandra de 3 años y medio y con Alessia de 11 meses, es una experiencia más que religiosa. A Ale se le ocurre cualquier cosa. Por ejemplo, una vez le pedí que hablara muy bajito porque PapaDios estaba en la Iglesia, y ella me respondió "pero qué, ¿está dormido?".
Hoy, mientras Armando perseguía a Alejandra y yo hacía lo propio con Alessia, llegó el momento de la paz. Logramos dárnosla Armando-y-yo, Alejandra-y-Armando, Alejandra-y-yo... Ale, dale la paz a tu hermana. Y Ale me advirtió: "ella está muy pequeña para pedir la paz".
Luego, Alejandra me acompañó hasta la comunión, me vio con mucho interés y entonces me lo describió: "todos hacen la fila, les ponen una cosa sorprendente en la boca y quedan muy contentos". ¡Cuánto acierto infantil!
Diario de Molinoviejo (V)
Hace 1 año
3 comentarios:
No sólo eso, también ha logrado un milagro: la resurrección de este blog.
flor de milagro!!!!!!!!!!!!!!!!!
mae
Manita... que alegria!!!
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