Cuando uno tiene un hijo rondan siempre las preguntas típicas: ¿ya camina?, ¿gatea?, ¿dice alguna palabrita?, ¿duerme bien?, ¿es buenita?.. En Venezuela, a esas preguntas se le suma una primordial y determinante en la crianza de todo buen hijo de vecina: ¿ya come bollito de arepa con mantequillita y quesito?
Sí. Creo que todos tenemos el recuerdo de la abuela que nos daba los bollitos de masita, rebosantes de mantequilla y queso, a veces con huevo, a veces con pescado. No importa cuántos meses tenga el bebé: tan pronto aparece una abuela, aparecen también los bollitos de masa de arepa.
Hoy por primera vez Alejandra se comió un bollito. La eximí de la mantequilla y el queso. Le puse en su platito cinco bolitas de masa cocida y la invité a que las agarrara. Le di la primera yo; ella abrió la boca inmensa, como si fuéramos a meter una cuchara. Después se fue acoplando a la dinámica... Al final, tenía la misma cara de todos: la sonrisa de saciedad y las huellas de su primera comida autónoma en los cachetitos.
1 comentario:
¡Ay, qué recuerdos! A mí también me metieron en el ritual, Ale, pero algo más crecidita...
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